14 juillet 2009

Obsesión




Siento hablarles de mi vida privada en este blog, pero necesito desahogarme. Mi esposa hace días que no me habla porque cada vez que se descuida salgo sin decir nada y vuelvo sudado, sin camisa, con los cachetes rojos y con las rodillas manchadas. No sé cómo decirle que es algo superior a mi. La única forma que tengo de pedirle disculpas es trayéndole un par de víveres de mi apreciada huerta, a la que tal tiempo le dedico.

Gracias Joëlle por ser tan comprensiva y no cerrarme la puerta de tu corazón, a pesar de mis escapadas románticas a nuestra huerta. Besos a mis dos repollos mas preciados.


1 commentaire:

Ale a dit…

Pero que niña tan bonita, tiene muchas expresiones tuyas. Un abrazo enorme a los dos. Por aquí todo bien, empezaré a volar en breve.

Un beso a los tres, perdón. See u!