Siento hablarles de mi vida privada en este blog, pero necesito desahogarme. Mi esposa hace días que no me habla porque cada vez que se descuida salgo sin decir nada y vuelvo sudado, sin camisa, con los cachetes rojos y con las rodillas manchadas. No sé cómo decirle que es algo superior a mi. La única forma que tengo de pedirle disculpas es trayéndole un par de víveres de mi apreciada huerta, a la que tal tiempo le dedico.
Gracias Joëlle por ser tan comprensiva y no cerrarme la puerta de tu corazón, a pesar de mis escapadas románticas a nuestra huerta. Besos a mis dos repollos mas preciados.
1 commentaire:
Pero que niña tan bonita, tiene muchas expresiones tuyas. Un abrazo enorme a los dos. Por aquí todo bien, empezaré a volar en breve.
Un beso a los tres, perdón. See u!
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